De la revolución industrial a la transformación digital
En este nuevo entorno empresarial tan cambiante y líquido es obligado actuar con rapidez. La flexibilidad y la velocidad se han convertido en el centro del nuevo paradigma y nos encontramos ante una necesidad continua de la mejora de la eficacia, que impulsa a su vez la cultura de la creatividad y la innovación constante.
La organización del trabajo es, de forma sintomática, mucho más participativa y responsable por parte de todos, personas y equipos, utilizando una comunicación abierta y fluida.
En este entorno la figura clave de esta transformación es el Agile Coach, que no sólo es un agente de cambio, sino que ayuda a los líderes y equipos a adoptar nuevas formas de trabajar a través de la acción práctica y un cambio de “mindset” orientado a la agilidad permanente.
La función principal del Agile Coach se centra en los siguientes objetivos:
- Entender las necesidades globales de la organización en lugar de cada componente por separado.
- Crear una cultura de alto rendimiento teniendo una visión de la organización como un “sistema abierto y completo”.
- Acompañar y entrenar, a personas y equipos, cambiando sus comportamientos y mentalidades para ayudarles a liberar todo su potencial, a partir del reto y el desafío.
- Tener una mentalidad abierta, comprender el entorno, escuchar activamente, empatizar con las personas e interactuar de una manera efectiva, empoderando a todos de una manera que conduzca al crecimiento y superación.
- Aplicar las metodologías, herramientas, ceremonias y prácticas del entorno Agile de una manera efectiva en los equipos.
- Mantener un profundo autodominio a través del uso y la aplicación de las habilidades blandas.
Antonio Vega
CEO de Humaniza