The Welfare State Era
Basta con teclear en google "bienestar" para recibir más de 600 millones de entradas en poco menos de un minuto. Definiciones, artículos, consejos, claves, trucos... Algunos lo relacionan con la felcidad, la abundancia, la riqueza, el confort... palabras tan amplias que pueden llevarnos a pensar que es un término complejo y subjetivo. Pero la realidad es que el bienestar es algo tangible y medible. Todos sabemos cuándo estamos bien y queremos estarlo el mayor tiempo posible.
Nos encontramos en un momento en el que el nuevo paradigma de las áreas de Recursos Humanos se sitúa en la búsqueda del estado del bienestar de sus empleados, de forma holística englobando los conceptos de salud mental y física, además del obligado desarrollo profesional. Y todo ello centrado en un objetivo último: la búsqueda de la felicidad.
La consecución de ese estado de bienestar por parte de los empleados supone una garantía para obtener el mejor “engagement” posible con la compañía. El anterior concepto de “equilibrio trabajo & vida”, ya ha pasado a la historia.
Desde este nuevo paradigma podemos afirmar que la retención del nuevo talento ya no es una cuestión meramente económica, sino que lo que más influye en los candidatos a la hora de valorar si quieren permanecer o no en una empresa, es la posibilidad de obtener, a través de ella, una óptima calidad de vida en el desempeño de su actividad profesional.
Es decir, sólo si las empresas consiguen esos niveles de bienestar, obtendrán personas con altos niveles de compromiso y fidelidad.
¿Y cómo pueden las empresas ofrecer hoy en día esos niveles de bienestar? Dos de los aspectos clave a manejar son, la flexibilidad, y el reconocimiento de los talentos naturales de cada individuo.
Una mayor flexibilidad “espacio y tiempo” permitirá conseguir que el trabajo se adapte mejor a la situación personal y momento vital de cada persona.
Por otro lado, trabajar desde los talentos naturales permitirá que los profesionales se desenvuelvan en un estado de fluidez, ya que pueden desarrollar su actividad en aquello que mejor se les da y por tanto, pueden obtener por un lado, mejores desempeños y por otro, llegar a trabajar de una forma mucho más estimulante.
Por eso, las mejores organizaciones del futuro serán aquellas que consigan alinear el bienestar de sus empleados con su alto desempeño en base a sus verdaderos talentos naturales.
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