La fuerza laboral está experimentando una notable transformación debido a la generación Z. Esta generación irrumpió en el mundo laboral con nuevas expectativas, requerimientos y aspiraciones, desafiando las normas hasta ahora establecidas y exigiendo un enfoque diferente hacia el trabajo. Según el estudio INTOO-Unlocking-Organizational-Success-Report-2024 la mayoría no están satisfechos con su trabajo, ya que no ven oportunidades ni sienten el apoyo de sus líderes.

Una forma eficaz de solucionar este miedo al estancamiento laboral es la implementación de programas de Mentoring interno y Coaching ejecutivo que puedan satisfacer las necesidades de esta generación y promover su desarrollo profesional.

Los programas de Mentoring interno emergen como la solución más efectiva para satisfacer las necesidades de los empleados más jóvenes, ya que les brinda la oportunidad de recibir orientación personalizada y apoyo por parte de los profesionales con más experiencia en la organización para hacerles crecer de forma rápida. Esto les permitirá ampliar sus conocimientos técnicos y adquirir nuevas habilidades, que impactarán tanto en su desarrollo profesional como en su crecimiento personal, y cumplir con su alta expectativa de autorealización, tan ansiada por los profesionales de la generación Z.

Por otro lado, los programas de Coaching ejecutivo les ofrecen un acompañamiento individualizado para el crecimiento y desarrollo de habilidades más específicas, así como para la gestión del equilibrio entre la vida laboral y personal, otra de las prioridades de los jóvenes, que valora el desarrollo profesional continuo y el bienestar emocional en el trabajo.

Además, la implementación de programas de Mentoring interno y Coaching ejecutivo también son un factor determinante en la retención del talento en general, ya que estos programas fomentan una cultura organizacional de apoyo y crecimiento continuo, promoviendo un ambiente profesional en el que los empleados se sienten más valorados y respaldados en su evolución profesional.

Como resultado de todo ello, se establece una relación mucho más sólida y comprometida entre los empleados, la empresa y las áreas de Personas, lo que contribuye significativamente a la retención del talento y la creación de un entorno laboral favorable, y que tiene en cuenta las expectativas y necesidades individuales de los más jóvenes.